lunes, 1 de febrero de 2016

Experimento Michelson-Morley

Bueno, esta es una de mis primeras tareas en este curso, un reporte estilo "resumen" de uno de los experimentos más famosos de la Física, no queda más que proseguir con el material que recolecte al respecto, me es necesario aclarar que mis habilidades en la narrativa no son del todo buenas, entonces me apoyare con gifs, para poder explicar mejor algunos aspectos de este resumen.

En 1887 se creía que todo lo que se podría saber acerca de la física, o más bien dicho todo lo que valiera la pena saberse, ya se sabía; se podría decir que la física había alcanzado un estado de “perfección”; y en realidad el concepto de “éter”, era uno de sus dogmas centrales. Hasta este entonces se había eludido la tarea de demostrar directamente la existencia del éter, mediante un experimento claro e irrefutable, sin embargo en este mismo año de 1887, dos físicos en Cleveland, Ohio, estaban preparando un experimento para llevar a cabo esta tarea, demostrar que el éter realmente existía, y claro que este realmente había existido, por lo menos en la mente de los filósofos durante miles de años.

Actualmente aceptamos la idea de un espacio vacío, sin ninguna dificultad, pero para los antiguos la idea de un vacío perfecto era algo imposible de captar, el espacio tenía que ser ocupado por algo y la solución que ideó Aristóteles fue: el éter. Hasta el siglo XIX, el éter llego a servir para algo más que para satisfacer una necesidad filosófica, el éter era el medio por el cual las ondas luminosas del sol se propagaban para llegar a la tierra. Siempre que se halla una onda, debe de haber algo que oscile, pero cuando las ondas luminosas que proceden del sol y alcanzan la tierra a través del espacio, aparentemente vacío, realmente, ¿qué es lo que oscila? En el siglo XIX, la respuesta era: el éter, el cual no solo se consideraba real, si no que tenía propiedades físicas que se podían deducir observando su comportamiento.

La velocidad de cualquier onda depende de la rigidez del medio donde se propaga, y por supuesto la velocidad de la luz es enorme, así que el éter debía de ser ciertamente algo muy rígido, de hecho se creía que era casi imposible de comprimir, y sin embargo los planetas se movían con toda velocidad a través de él, obedeciendo las leyes de Newton, como si no estuviesen pasando a través de medio alguno.
Si el éter se comportase como un fluido viscoso, los planetas en órbita perderían energía paulatinamente, y acabarían por caer en el sol, siguiendo una espiral, y como eso no precia ocurrir, los físicos llegaron a otra conclusión respecto al éter: este era un fluido perfectamente móvil, sin viscosidad, incompresible, transparente, que llena todo el espacio.

Conociendo tanto sobre él, lo único que quedaba era demostrar su existencia, tarea que Albert Michelson y Edward Morley, estaban planeando hacer.  Para este fin se necesitaría un experimento extraordinario, con un grado de precisión sin precedentes. Por suerte Michelson tenía la capacidad de diseñar este tipo de experimentos, de hecho sus mediciones de la velocidad de la luz fueron mejores que cualquiera de las que se habían hecho anteriormente.

Michelson diseño un nuevo instrumento llamado interferómetro, este consistían en lo siguiente: 

 



A un espejo en parte transparente y en parte refractante se le enviaba un  rayo de luz, el cual se dividía en dos, siguiendo trayectorias   perpendiculares entre sí, cada uno de estos volvían hasta el punto donde el rayo había sido dividido en un principio, ahí volvían a combinarse, formando un único rayo, esto se puede considerar como una carrera entre 2 rayos de luz, si la carrera terminaba en empate , el resultado sería una mancha brillante en el centro de la configuración de la interferencia.
  
Sin embargo en tiempos de Michelson, se creía que no debería de haber empate, que ni siquiera debería de haber carrera, y la razón era porque los dos rayos de luz corrían por una pista en movimiento 

Todo mundo creía que la tierra y por tanto también el interferómetro se movían a través del éter y así los rayos seguirían trayectorias completamente distintas con respecto al éter. El rayo que se mueve oblicuamente al movimiento de la tierra forma un triángulo mientras el que se mueve siguiendo la dirección del movimiento de la tierra tiene que recorrer menos distancia en una dirección, pero más en la otra, en sus trayectos de ida y vuelta el rayo que sigue la dirección del movimiento de la tierra tiene que recorrer un camino un poco más largo, por eso el rayo oblicuo gana siempre. 
 



Michelson sabía que la diferencia esperada en la llegada de los dos rayos sería muy pequeña, ya que la velocidad de la luz era c=3x10^8 m/s, mientras que la velocidad de la tierra a través del éter era de v=3x10^4 m/s; como los rayos tenían que ir hacia adelante y hacia atrás antes de ser comparados, la diferencia de sus tiempos dependería del cuadrado del cociente de las velocidades (v/c)^2, =10^-8, una diferencia de una cienmillonésima.


El primer interferómetro, fue fabricado en Alemania en 1880,  era muy sensible, tanto así que incluso los peatones en la calle en el exterior del laboratorio, podrían afectar las mediciones, dado esta situación, Michelson no se preocupó al no ver ningún efecto del éter en sus mediciones, paso el tiempo y Michelson regreso a EEUU. En 1887, él y Morley, trabajaron en un nuevo interferómetro, 10 veces más sensible que el anterior, Michelson había estado trabajando en buscar que el interferómetro fuera estable de tal manera que las mediciones no fueran afectadas por factores externos, los espejos estaban apoyados en una base de piedra arenisca que flotaba en una piscina de mercurio, el experimento se debía realizar observando la configuración de la interferencia con el interferómetro en una determinada orientación con respecto al movimiento a través del éter y girándolo después, si la interferencia era constructiva significaba que los dos rayos llegaban empatados de lo contrario había una interferencia destructiva dicho de otra manera el efecto del movimiento través del éter se vería reflejado en el cambio de las franjas de interferencia cuando se girase el instrumento. 




 


Todos se sorprendieron cuando notaron que no hubo ningún cambio en absoluto, ninguna diferencia cuando se giraba el interferómetro, el resultado siempre fue el mismo, la luz viajaba a la misma velocidad en todas las direcciones, algo totalmente contradictorio con respecto a que la tierra se mueve a través del éter en los siguientes años muchos científicos repitieron el experimento con más precisión, llegando a la misma conclusión.
 


El experimento que quería detectar el éter, fracasó  y las consecuencias fueron “devastadoras”; se crearon dilemas teóricos y respuestas fantásticas por parte de la comunidad científica, por una parte Lorenz elaboró un modelo cuantitativo que explicaría el fenómeno, y en el proceso desarrollo expresiones matemáticas que cambiarían la faz de la física , acabaron llamándose las transformaciones de Lorenz, por otra parte en 1899 el matemático francés Henri Poincaré, examinó los resultados y dio una explicación general, que llamo principio de la relatividad; la idea detrás era que en un laboratorio nunca se detectaría el movimiento absoluto, tiene que surgir ahí un tipo nuevo de dinámica recalcó, este tenía razón, surgiría un tipo nuevo de dinámica, pero el principio de relatividad que sería su piedra angular , estaba lejos de ser algo nuevo, su antigüedad se remontaba a tiempos de Galileo, la ley de inercia, es decir todo estado de movimiento uniforme en su propio marco de referencia era en realidad estado de reposo.

Aunque Lorenz desarrollo matemática que explicaba el experimento, esta   estaba basada en las propiedades aun por verificar de una partícula recientemente descubierta, el electrón, hizo falta un punto de vista distinto para ver la velocidad de la luz desde un aspecto nuevo: Albert Einstein.
Michelson por su parte prosiguió los años venideros, midiendo la velocidad de la luz, cada vez con más precisión y con el tiempo llego a admitir que su experimento del interferómetro había confirmado la teoría de relatividad de Einstein, sin embargo este nunca llego a aceptar plenamente las implicaciones de su experimento, siempre creyó que su experimento había sido un fracaso, pero de ser así, entonces fue el fracaso más brillante de toda la historia de la ciencia y la solución que Michelson buscaba, pero se negó  aceptar, la teoría de relatividad de Albert Einstein cambio para siempre el verdadero significado de espacio y el tiempo.

Referencias: 


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