Un
objeto a cualquier temperatura emite ondas electromagnéticas en la forma de radiación térmica desde superficie. Las características de esta radiación
dependen de la temperatura y de las propiedades de la superficie del objeto. Si
el objeto se encuentra a temperatura ambiente, la radiación térmica tendrá longitudes de onda principalmente en la región infrarroja y, por esto, no podrá ser detectada a simple vista. Conforme aumenta la
temperatura superficial del objeto, llegara un momento en que este comenzara a
resplandecer con un color rojo visible. A temperaturas suficientemente altas,
el objeto resplandeciente parece blanco.
Desde
un punto de vista clásico, la radiación térmica tiene su origen a causa de las
partículas con carga y aceleradas en los átomos que están
cerca de la superficie del objeto; estas partículas
con carga emiten abundante radiación. Las
partículas agitadas térmicamente
tienen una distribución de energía que explica el espectro continuo de radiación emitido por el objeto. Sin embargo, hacia finales del
siglo XIX, fue evidente que la teoría clásica de la radiación térmica era inadecuada. El problema básico era comprender la distribución observada de longitudes de onda de la radiación emitida por un cuerpo negro.
Una
buena aproximación a un cuerpo negro es un orificio pequeño que conduce al interior de un objeto hueco. Toda la radiación que incide en el orificio desde el exterior de la
cavidad penetra en la abertura y es reflejada varias veces por las paredes
internas de la cavidad, por esto, el orificio funciona como un absorbente perfecto.
La naturaleza de la radiación que abandona la cavidad a través del orificio depende solo de la temperatura de las
paredes de la cavidad y no del material del que las paredes están fabricadas.
La
distribución de las longitudes de onda de la radiación desde las cavidades fue estudiada
experimentalmente
a finales del siglo xix. Algunos descubrimientos
significativos fueron:
1. La potencia total de la radiación emitida aumenta con la
temperatura. (Ley de Stefan):
Dónde:
σ: es la constante
Stefan-Boltzmann, igual a 5.670 _ 10_8 W/m2 _ K4
Ρ: es la potencia en watts radiada en todas las longitudes
de onda desde la superficie
A: es el área de la
superficie del objeto en metros cuadrados
e: es la emisividad de la superficie: (En el caso de un
cuerpo negro, el valor de emisividad es exactamente e =1)
T: es la temperatura de la superficie en grados kelvin.
2. El pico de la distribución de la longitud de onda se
desplaza hacia longitudes de onda
más cortas conforme aumenta la temperatura. Este
comportamiento se describe mediante
la correspondencia siguiente,
conocida como ley de desplazamiento de Wien:
donde
λmax es la longitud de onda en la que el máximo de la curva
T es la temperatura absoluta de la superficie del objeto
que emite la radiación.
Una
teoría adecuada para la radiación
de cuerpo negro debía predecir la forma de las curvas,
la dependencia con la temperatura expresada en la ley de Stefan y el
corrimiento del pico en función de la temperatura descrito por la
ley de desplazamiento de Wien. Los primeros intentos que utilizaron ideas clásicas para explicar las formas de estas curvas fallaron.
Considere
uno de estos primeros intentos. Para describir la distribución de la energía
de un cuerpo negro, resulta útil definir I (λ, T) dλ como
la intensidad o la potencia por unidad de área
emitida en el intervalo de longitud de onda dλ.
El resultado del cálculo según la teoría clásica
de la radiación de un cuerpo negro, conocido como ley de
Rayleigh-Jeans es:
donde
kB es la constante de Boltzmann.
El
cuerpo negro se representa como un orificio que conduce a una cavidad que
contiene muchos modos de oscilación del
campo electromagnético causado por cargas aceleradas
en las paredes de la cavidad, lo que da como resultado la emisión de ondas electromagnéticas
en todas las longitudes de onda.
En
el caso de longitudes de onda largas, la ley de Rayleigh-Jeans coincide razonablemente
con la información experimental, pero en longitudes de onda cortas la
diferencia es apreciable.
Por
esto, de acuerdo con la teoría clásica,
no solo deben predominar las longitudes de onda corta en el espectro de un cuerpo
negro, sino que también la energía emitida por cualquier cuerpo negro debe tender al
infinito en el límite de una longitud de onda cero. En contraste con esta predicción, los datos experimentales, los cuales conforme λ se aproxima a cero, I
(λ, T) también se aproxima a cero.
En
el año 1900, Max Planck desarrollo una teoría para la radiación
de un cuerpo negro que conduce a una ecuación
para I (λ, T) que está en total acuerdo con los resultados experimentales a
todas las longitudes de onda. Planck formulo dos atrevidas y controvertidas hipótesis respecto a la naturaleza de los osciladores en las
paredes de la cavidad:
- · La energía de un oscilador solo puede tener ciertos valores discretos En:
donde n es un entero positivo conocido como número cuántico, f
es
la frecuencia de la oscilación y h es un parámetro introducido
por Planck y que hoy se conoce como la constante
de Planck.
Porque la energía de cada oscilador solo puede tener
valores discretos, se dice que la energía esta cuantizada.
- · Los osciladores emiten o absorben energía cuando realizan una transición de un estado cuántico a otro.
Toda la diferencia de energía entre los estados
inicial y final de la transición es emitida o absorbida
como un solo cuanto de radiación. Si la transición es a causa de un
estado a otro inmediatamente inferior, por ejemplo, del estado n =3 al estado n =2, la cantidad de energía emitida por el
oscilador es igual a:
El
punto clave en la teoría de Planck es la hipótesis radical de los estados cuantiados de la energía. Este desarrollo represento una clara separación de la física clásica y marco el nacimiento de la teoría cuántica.
En
el modelo de Rayleigh-Jeans, la energía
promedio asociada con una longitud de onda
especifica de las onda. Planck utilizo las mismas ideas clásicas que en el modelo
para llegar con la densidad de energía para una longitud de onda determinada como un producto
de valores constantes y la energía promedio, pero la energía promedio no se proporciona por el teorema de equiparticion.
La energía promedio de una onda es la diferencia de energía promedio entre los niveles del oscilador, ponderados de
acuerdo con la probabilidad de la onda que se está emitiendo.
Utilizando
este procedimiento, Planck genero una expresión teórica para la distribución de
la longitud de onda:
Esta
función incluye el parámetro
h
que Planck ajusto de manera que su
curva coincidiera con la información
experimental en todas las longitudes de onda. Se determinó que este parámetro
es independiente del material con el cual está
hecho el cuerpo negro e independiente de la temperatura; se trata de una
constante fundamental de la naturaleza:
Referencias:
Serway;Jewett.
Física para Ciencias e ingenierías. 2009,7ma edición.
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